
Laura Velasco es licenciada en Humanidades. A sus 29 años, lleva ocho encargada de la biblioteca. No era su intención, pero confiesa que ya se ha acomodado al puesto. El 23 de abril se celebra el Día del Libro. A Laura le gustaría que los burujoneros reservaran más libros, incluso encarga la obra que pidan si en ese momento no la tiene. El 1 de mayo se incorporó al Mercadillo Medieval vendiendo libros antiguos. Cualquier cosa por acercar el placer de leer a los vecinos de Burujón.
Me gustaría que viniese más gente a la biblioteca
FICHA PERSONAL
UN LIBRO: “Los Pilares de la Tierra”, de Ken Follet.
UNA PELÍCULA: “La vida es bella”, de Roberto Benigni.
UNA CANCIÓN: La banda sonora de Titanic (“My heart will go on”, de Celine Dion) y cualquiera de Il Divo, La Oreja de Van Gogh o Alejandro Sanz.
PLAYA O MONTAÑA: En verano, la montaña; y en invierno, la playa.
UN VIAJE: Italia, donde estuve de luna de miel.
UNA COMIDA: Sopa de arroz.
UN HOBBIE: Leer, ir al cine…
UN SUEÑO: No revelaré uno muy personal, pero sí que me gustaría viajar a Grecia.
Acaba de abrir. Apenas son las cuatro de la tarde. Las estanterías colmadas de libros atraen a fisgonearlas. Y más cuando la bibliotecaria nos revela que los fondos están más que actualizados. De las 300 obras que completaban las existencias de los años noventa, hemos pasado a los 5.000 volúmenes que hoy copan las nuevas instalaciones de la biblioteca (integrada en el colegio). Y con ganas de superarlo, porque leyendo “aprendes muchas cosas, te evades de la realidad, conoces países donde no has estado nunca, situaciones, personajes,…”. Laura Velasco lee todos los días y, aunque depende de la obra literaria, suele alcanzar hasta dos libros al mes.

¿Quién es tu escritor favorito?
Varios. Por ejemplo, Ken Follet. Mi libro favorito son ‘Los Pilares de la Tierra’. Noah Gordon (‘El Médico’) o Isabel Allende (‘Paula’), entre otros.
¿Cuál es el libro que más te ha decepcionado después de leerlo?
Me han decepcionado más las películas al verlas después de leer el libro. De libros, no me gustó “La piel del tambor”, de Arturo Pérez-Reverte.
¿Con qué frecuencia lees?
Todos los días un ratito (aproximadamente una hora). Depende de cómo sea el grosor del libro y si la historia te engancha más o menos, pero suelo leer dos libros al mes.
¿Eres de esas personas a las que no puede faltarles un libro en la mesilla?
Sí. Siempre lo tengo. Ahora estoy leyendo “La sangre de los inocentes”, de Julia Navarro.
¿Qué prefieres: leer un libro o ver su adaptación al cine?
Leer un libro porque es más completo, cuenta mucha más historia, profundiza más, conoces mejor a los personajes.
¿Cuándo comenzaste a encargarte de la biblioteca?
En el año 2000, que parece que fue el otro día y ya llevo aquí ocho años.

¿Cómo accediste al puesto?
No pensé que terminaría siendo bibliotecaria. Nunca sabes cómo va a ser tu futuro
Hice un examen de acceso. Nos presentamos cuatro personas, quedé la primera y accedí al puesto. Yo no pensaba que en el futuro fuese bibliotecaria, pero en ese momento me venía bien mientras estudiaba. Después me presenté a la oposición de secundaria, no aprobé y me terminé acomodando aquí. Nunca sabes cómo va a ser tu futuro.
¿Cuál es el perfil del lector que viene?
Sobre todo niños. Un objetivo sería conseguir que viniese más gente adulta. Aunque también vienen personas mayores y las madres de los niños a veces cogen libros.
¿Hay afluencia de lectores?
Va aumentando poco a poco. Cada uno viene por sus intereses (Internet, consulta de enciclopedias, reserva de películas,…). Viene mucha gente a coger libros que les mandan en el instituto.

¿Puede notarse ese aumento por el cambio de ubicación de la biblioteca?
No, pero sí que se nota que cuando estaba en la Casa de la Cultura acudían más los vecinos de aquella zona, y ahora vienen quienes viven cerca de esta zona.
¿Echas en falta que venga más gente?
Sí. Siempre te gustaría que viniese más gente, sobre todo más gente adulta. Es un sitio público muy interesante para conocer y aprender.
¿Tienen los niños afición por la lectura en Burujón?
Los más pequeños sí, pero cuando llegan a cierta edad (aproximadamente los doce años), cogen ‘cierto’ horror a los libros, y cuando pasan la adolescencia, los que de verdad sienten interés por la lectura vienen otra vez.
¿Cómo definirías a los burujoneros desde su papel de lectores?
Los burujoneros no tienen hábito de venir a la biblioteca y leer un libro
Por la afluencia a la biblioteca, no sé qué tipo de libros les gusta a los burujoneros. Mucha gente coge libros de jardinería y de cocina. A veces también se llevan libros de poesía o de teatro, otros vienen a investigar cosas sobre Burujón.
Pero los burujoneros no tienen hábito de venir a la biblioteca y leer un libro. Yo pienso que los que de verdad quieren leer se compran un libro o se lo regalan. No ven la facilidad que tienen de venir aquí, pedir el libro que quieran y no tener que comprarlo.
¿Por qué crees que debemos leer?
Los médicos dicen que ayuda a la memoria. También te ayuda a mejorar la ortografía, aprendes muchas cosas, te evades de la realidad, conoces países en los que no has estado nunca, situaciones, personajes…
¿Cuál consideras que es la razón de que se lea poco?
Quizás que no se lo hemos inculcado desde pequeños, no los hemos habituado a que vengan a la biblioteca. Pero yo creo que sí que tienen el hábito porque les gusta que les lean cuentos, y vienen bastantes padres que se llevan cuentos para leérselos. Pero llegan a los 12 años, cuando tienen el hábito lector, y dejan de venir. Quizás sea porque les obliguen a leer libros que no sean interesantes o porque se dedican a otras cosas.
¿Crees que los padres hacen lo suficiente?
Siempre se puede hacer un poquito más. Yo creo que nos falta tiempo para dedicárselo a los hijos.
¿Cómo crees que se puede inculcar el placer de leer entre los más pequeños?
Realizando actividades como Cuentacuentos, trayéndolos a la biblioteca…
¿Qué actividades han desarrollado desde el ayuntamiento para promover la lectura?
Todos los años traemos teatros que tienen que ver con la lectura, actividades de animación a la lectura: realizo Cuentacuentos tres veces a la semana para los alumnos de Infantil. Les leo dos o tres cuentos adaptados a cada edad, y luego hacen algún dibujo relacionado con la fecha que sea.
En la biblioteca tenemos las últimas novedades, y eso también llama la atención. Por ejemplo, tenemos “El niño con el pijama de rayas” (John Boyne), “Un mundo sin fin” (Ken Follet), “Un mundo de cólera” (Arturo Pérez-Reverte).
¿Qué tal se manejan los niños en Internet?
Muy bien. Casi nacen sabiéndolo. Lo controlan mejor que los padres. Las madres asisten aquí a clases de informática y los niños les enseñan. Vienen unas 28 personas cada semana a las clases de informática que imparte Ramón. Jonathan se las da a los niños.

¿Cuáles son los libros que más se reservan?
Si piden un libro y no lo tenemos, se lo traemos
Las novedades. El último que hemos traído, “Un mundo sin fin”, de Ken Follet (dos ejemplares), ha estado rotando bastante tiempo. Y si piden algún libro que no tenemos, lo pedimos.
¿Qué tipo de material pueden encontrar?
Libros sobre Castilla –La Mancha o Toledo y, en general, libros de toda clase (de Historia, geografía, matemáticas, cocina, jardinería, bricolaje, poesía, teatro, novelas,…). Tenemos casi 5.000 volúmenes. Todas las semanas voy a la librería y pido algún libro; también suelo encargar por Internet. Además pueden encontrar películas y tienen acceso a Internet.

¿Qué evolución ha experimentado la biblioteca desde que eres responsable de ésta?
Ha habido una evolución tremenda. Cuando yo cogí la biblioteca había unos 300 libros y ahora hay 5.000. Los documentos no estaban informatizados; estaba todo sin registrar. No había ordenadores, ni impresora ni fotocopiadora.
¿Hasta qué punto consideras más o menos importante leer un periódico?
Es importante hasta el punto de que estás informado día a día de lo que está pasando en el mundo. Yo no suelo leer el periódico, me entero más de los noticias por los informativos.

Algún que otro niño se cuela entre las preguntas. Buscan películas. Ni siquiera han ojeado los libros. Revolotean en busca de cualquier imagen llamativa. No es necesario guardar silencio porque ningún lector lo necesita. Nadie lee en la biblioteca. Un joven de 19 años busca alguna obra interesante, aunque no podrá llevarse otro libro porque aún no ha terminado el anterior. Laura dice: “Me gustaría que viniese más gente a la biblioteca”.
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